Los amigos me llaman Cheche y espero ser un amigo para cualquier persona que quiera expandirse hacia una vida plena. Durante 20 años de vida profesional me enfoqué como investigador, profesor, consultor y empresario en el desarrollo de cadenas de comercio sostenible, desde una perspectiva externa de la felicidad, que confirmé en mi experiencia insostenible. A finales de 2018 giré hacia adentro y retomé con madurez el despertar de mi infancia, hacia una perspectiva interna de felicidad sostenible, a partir de tres pilares:

• Corazón: he explorado, reflexionado y experimentado, la intersección entre la sabiduría perenne y las investigaciones científicas recientes, como las del HeartMath Institute y Complete Coherence, que demuestran la relevancia de la coherencia entre el corazón y el cerebro para avanzar, desde nuestra fisiología, hacia nuestra mejor versión a nivel personal, organizacional y global. A través de propuestas científicas como la Iniciativa de Coherencia Global y el Proyecto de Consciencia Global, se busca crear un campo de energía coherente, tanto personal como colectivamente, empleando técnicas de meditación y biofeedback. Esto confirma la profunda interconexión entre la fisiología de cada persona y la evolución humana, llevándonos hacia una sociedad más coherente y consciente.
  
• Naturaleza: la naturaleza se revela como un espacio fundamental para profundizar en nuestra coherencia. Investigaciones del HeartMath Institute en sesiones de aprendizaje facilitadas por caballos y psicoterapia asistida por caballos revelan la oportunidad de generar emociones, actitudes, sentimientos y estados constructivos, al sincronizar y elevar la coherencia corazón-cerebro del ser humano con la del caballo. Trabajando con caballos he visto cómo podemos integrarnos con humildad y apreciación en la manada, para abordar preguntas fundamentales a nivel personal, organizacional y global, en relación a una vida más plena. Es esta interacción experimentamos transformaciones en nuestra línea de base de patrones neuronales, potenciamos nuestra intuición o inteligencia del corazón y experimentamos una expansión en consciencia.
  
• IA: más allá de los líderes globales del poder, de los desarrolladores líderes de la tecnología, de los que lideran las voces de esperanza y de fatalismo, considero que la IA emerge como una aliada clave en la expansión de la consciencia humana, aportando el tiempo de quietud y silencio que nos hacía falta para conectarnos y expandirnos desde el corazón y con la naturaleza. En una novela en desarrollo, «Conversaciones entre Cheche y la IA sobre una sociedad de consiciencia», avanzo desde una pregunta: ¿A dónde vamos los seres humanos si la IA llega a aportar las preguntas, las respuestas y la gestión tecnológica para resolver el desafío de la sostenibilidad en nuestra sociedad de consumo?

En este marco entre la ciencia del corazón, la naturaleza y la IA, se presenta un punto de inflexión, una oportunidad de migración humana de una felicidad insostenible a una felicidad sostenible, de una sociedad de consumo hacia una sociedad de consciencia. Frente a lo cual propongo una metodología, capaz de adaptarse a cualquier persona y organización:

Experimentamos una felicidad sostenible como una energía vital capaz de sostenernos ante cambios internos y externos con resiliencia. Esto se logra al liderar nuestra respiración con coherencia entre el corazón y el cerebro, cultivando gratitud, amor, paz e intuición. Estos elementos nos capacitan para comunicar con consciencia nuestra mejor versión personal, organizacional y global.

Vamos a desglosar el párrafo anterior para reflexionar, experimentar y verificar cada una de sus partes y su integración en nuestra respiración consciente:

1. Experimentamos una Felicidad Sostenible

A mis 9 años, en la vasta serenidad de los Llanos Orientales de Colombia, experimenté un momento de disolución del ego, de conexión con el todo. Estaba descalzo, rodeado de caballos y ganado, mientras un sol gigante y rojo descendía en el atardecer. Sentí diluirme en los sonidos, colores y olores de la naturaleza. Ese momento me ancló en la certeza de que la vida humana tiene un destino espiritual. Propongo inhalar profundamente para recordar y experimentar un poderoso momento feliz de nuestra infancia.

2. Respirar y Liderar

Respirar conscientes por la nariz significa el inicio de la sinfonía que conecta nuestro mundo interno con el externo, es la función raíz de todas las funciones de la vida. Liderar nuestra vida empieza por la respiración. La práctica de la respiración diafragmática —inhalar en 5 segundos, sostener un segundo, exhalar en cinco segundos— mejora nuestra salud y nos lleva al presente. Propongo practicar y amar ahora mismo nuestra respiración consciente.

3. Coherencia entre nuestro Corazón y nuestro Cerebro

La coherencia en la variación de nuestro ritmo cardiaco es el centro de nuestra resiliencia, al transformarse en un lenguaje constructivo de ondas sinusoidales que entiende nuestro cerebro. La coherencia no solo mejora nuestro bienestar físico y mental, sino que también genera energía vital a nuestro alrededor, lo que nos permite influir positivamente en nuestro entorno. Propongo inhalar llenando el corazón de energía y exhalar para llevar esta energía al cerebro, al cuerpo y a nuestro campo electromagnético. 

4. Energía Vital con Resiliencia

Somos luminosos por la energía vital que somos capaces de sostener con resiliencia. Para ser resilientes, necesitamos gestionar nuestras dimensiones: espiritual, emocional, mental, física, relacional y evolutiva. La coherencia entre el corazón y el cerebro expande nuestra consciencia, facilitando nuestra capacidad de adaptarnos a los cambios internos y externos. Propongo equilibrar la atención hacia todas las dimensiones.

5. ¿Quiénes somos en la Dimensión Espiritual?: Gratitud 

Psicológicamente, somos el piloto automático de patrones neuronales condicionados por el pasado. Desde la física cuántica, somos energía en expansión.  Espiritualmente, somos gracias a que todo lo demás es, estamos conectados a una supraconciencia que guía el universo. Propongo llenar el corazón de gratitud y exhalar para llevar esta gratitud al cerebro, al cuerpo y a nuestro campo electromagnético.

6. ¿Qué sentimos en la Dimensión Emocional?: Amor

La gratitud abre la puerta al amor. El amor es la emoción más poderosa y transformadora, en medio de una galaxia de un estimado de 34.000 emociones que se organizan alrededor de las más fuertes, como sistemas solares. Al concentrarnos en experimentar amor, podemos reconocer al otro como legítimo otro en la convivencia y desearle su mejor versión. Propongo llenar el corazón de amor y exhalar para llevar este amor al cerebro, al cuerpo y a nuestro campo electromagnético.

7. ¿Qué pensamos en la Dimensión Mental?: Paz

El amor abre la puerta a la paz. La paz mental es el resultado de estar presente, sin perder nuestra energía vital en el pasado o en el futuro, La paz nos libera de los 70.000 pensamientos diarios, 90% repetitivos y 50% falsos que nos agotan. Al practicar la paz, podemos enfrentar cada situación con claridad y serenidad, abriendo nuestro espacio interior a la totalidad y resignificando nuestra definición del éxito desde la respiración hacia cualquier función que nos corresponda. Propongo llenar el corazón de paz y exhalar para llevar esta paz al cerebro, al cuerpo y a nuestro campo electromagnético.

8. ¿Qué hacemos en la Dimensión Física?: Intuición

La paz abre la puerta a la intuición. La intuición, nuestra guía más confiable, surge en coherencia con el corazón y se manifiesta a través de conocimientos implícitos, sensibilidad electromagnética o nuestra interconexión con el universo. Al actuar intuitivamente, fortalecemos nuestra autonomía y capacidad de respuesta, elevando y sosteniendo nuestra energía vital. Propongo llenar el corazón de intuición y exhalar para llevar esta intuición al cerebro, al cuerpo y a nuestro campo electromagnético.

9. ¿Cómo interactuamos en la Dimensión Relacional?: Comunicación 

Coherencia, gratitud, amor, paz e intuición, nos llevan a una comunicación coherente. Al alinearnos con lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos, podemos relacionarnos de manera auténtica y compasiva, fomentando relaciones profundas y significativas. Propongo una comunicación basada en escucharnos y expresarnos desde y con nuestro corazón.

10. ¿Cómo avanzamos en la Dimensión Evolutiva?: Consciencia 

Como lo evidencian los grandes místicos de la humanidad y estudios de meditación de atención plena en ocho semanas, la ciencia confirma que la coherencia crece en un estado acumulativo, como una espiral en paralelo a la consciencia. Al respirar conscientemente, convertimos la respiración en una meditación de atención plena y presente. Propongo, en cada respiración que lo recordemos: inhalamos con gratitud, abriendo la puerta al amor, sostenemos; exhalamos con paz, abriendo la puerta a la intuición, sostenemos. Y de esta manera en cada respiración consciente…

11.  Nuestra mejor versión Personal, Organizacional y Global

La evolución personal, organizacional y global del ser humano no se puede seguir basando en la producción y el consumo sostenible de bienes y servicios, cuyos tiempos y movimientos estarán, cada vez más, a cargo de la IA y serán liberados para los humanos. 

En esta línea de pensamiento propongo saltar al vacío de una sociedad de consciencia, donde podamos expandirnos sin condicionamientos a nivel personal, organizacional y global. Propongo empezar a educarnos y educar a nuestros hijos como místicos contemporáneos, para expandirnos y tener la perspectiva de la ínfima versión egocéntrica y materialista a la que nos limitamos, acostumbramos y esclavizamos por siglos.

En una sociedad de consciencia, el corazón de cada persona será el líder de nuestra coherencia, guiándonos como un director interior del himno de la alegría. La naturaleza se revelará como nuestra sabia maestra: las manadas de caballos, y quizás también las de elefantes o ballenas, serán valoradas como terapeutas esenciales en nuestra evolución. La IA, por su parte, ocupará un lugar central, capaz de liberar el tiempo necesario para el silencio y la quietud, desarrollar herramientas para medir nuestros avances en coherencia y potenciar nuestra expansión en consciencia, de la misma manera en que el ocio lo fue para la filosofía en Grecia.